La Barraca
La barraca era la vivienda tradicional de los habitantes de la huerta y les sirvió de hogar hasta bien entrado el S.XX Normalmente, la construcción era de planta rectangular, de aproximadamente 9×5 metros, con cubierta a dos aguas y con pronunciada pendiente para desaguar las precipitaciones torrenciales habituales en la zona. Casi siempre estaba orientada a mediodía.
Los materiales de construcción eran toscos: madera, cañas, juncos, carrizos y barro. Las paredes eran de adobe y la cubierta de cañizo o paja.
La distribución era siempre parecida, una puerta en la parte sur que daba acceso a un amplio pasillo que recorría toda la edificación hasta la fachada norte, donde se habilitaba otra puerta que permitía la circulación del aire. Este pasillo era utilizado como cocina, comedor y almacén. En un lateral estaban los dormitorios. Al piso superior se accedía mediante una escalera de mano y antiguamente era utilizado para la cría del gusano de seda.
Parque “La Graná”
La entrada al parque se hace a través de un arco, réplica del arco de la “Graná”, del cual debería estar suspendida la “Graná”. En el centro del parque hay un granado, que complementa la visión.
Con el nombre de la “Graná” se quiere conmemorar un acto típico de la Semana Santa Rafaleña, pero para subsanar que el arco estaba incompleto sin la “Graná”, el autodidacta y emprendedor D. Antonio Mora Hernández, tras su jubilación, reinició el proyecto de construirla y colocarla bajo el arco correspondiente, dándole una visión completa, tanto estética como simbólica.
HISTORIA DEL NOMBRE DEL PARQUE
Sobre 1920-1923, la “tía corra” tuvo la feliz idea de trasladar a Rafal la “Graná”, que posiblemente tenga su origen en la procesión de las aleluyas que se celebra en varios pueblos de la Vega Baja. El pueblo de Rafal la adoptó y magnificó convirtiéndola en un acto muy particular y vistoso.
La “Graná” es una parte emblemática de la Semana Santa Rafaleña, y simbolza el encuentro entre el Señor Resucitado y su Madre desconsolada La Virgen del Rosario. Este encuentro tiene lugar el domingo de Resurrección, en la Calle Mayor, y se realiza bajo un arco de madera, donde cuelga la “Graná” de cartón piedra que será abierta y liberará sus frutos en forma de papelillos de colores y pétalos de flores cuando se encuentren Cristo Resucitado y la Virgen del Rosario.